Félix y yo nos conocemos desde hace casi 20 años. Eso quiere decir que, o nos conocemos desde que nacimos o que ya vamos teniendo una edad. A vuestra elección lo dejo.
Coincidimos en una asociación de barrio pero lo que nos unió fue la montaña.
En esta ocasión íbamos a pasar un espectacular fin de semana en Picos de Europa. Para mi tan imponentes como Pirineos, si no más, por la aridez de sus moles de roca blanca que centellea cuando les da el sol y te lijan las manos cuando trepas por ellas. Picos me impresiona mucho siempre que lo camino.
Comenzamos tarde. Maaaal. En fin hay ocasiones en las que te relajas... y la cagas.
Pasado Santa María de Valdeón sale una pista por la que suponíamos íbamos a poder meter el coche hasta llegar al collado de Valdeón o hasta donde terminara la pista pero.... ¡No!
Un cartel y una valla lo impedían. Solo podían subir los propietarios de ganado.
¡En fin! ¡Qué divertido! En Junio, ni una sola nube, lo menos eran las diez de la mañana y nos tocaba subirnos una pista sin un solo árbol. ¡Ay, me da algo!
Torre del Friero, Torre del Hoyo y Torre de Salinas |
Pero... con mis superpoderes y si no lo creéis preguntadle a Félix, hice que apareciera en medio de la pista un vaquero con prisas que nos hizo un hueco entre los sacos de pienso de su furgoneta y nos subió a toda leche hasta arriba ¡Yupi!
Le había avisado otro pastor que una vaca recién parida (hija de Mala Madre según el pastor) se había largado con el rebaño a la Vega de Liordes abandonando a su suerte al ternerito que por ser recién nacido no podía seguir a la vaca (hija de la Gran Puta según el pastor). Así que ahora él debía encontrar al ternerito, dejarlo en un sitio seguro, buscar a la madre y traerla de vuelta para que el ternero sobreviviera.
Tenía un cabreo el pastor de órdago y entre eso, el acento Asturiano y el traqueteo de la furgo yo le pillaba la mitad de lo que decía. Pero las palabrotas se las entendía todas.
¡Ay, por favor qué mona! |
Nos subió hasta Cabén de Remoña, dejamos la furgo y como íbamos en la misma dirección que el buen señor pues nos ofrecimos a acompañarle y a echarle una mano. ¡En qué hora se nos ocurrió! ¡El tío caminaba que se las pelaba! ¡Como para seguirle! Yo iba sin aliento, pero como se trataba de una emergencia y además quería ver al ternerito... ¡Pues a apretar los riñones!
Llegamos donde el ternerito que estaba tumbado en la ladera fuera del camino, a pleno sol. El otro pastor estaba allí sentado esperando. Había que ponerlo cerca del abrevadero, un poquito resguardado de la solana. Así que con un saco de pienso al que hicieron con una navaja cuatro descosidos en las esquinas vistieron al ternerito y le pasaron un palo. Se lo iban turnando entre los pastores y Félix.
¡Era tan mono!¡Se le veía tan indefenso! ¡Y qué rico con patatas! ...
Pero como pesa la muy... |
Así que cuando hubimos dejado al ternerito a buen recaudo, nos suelta el pastor "yo ahora, si no sus importa voy apretar el pasu que tengo que ir a recoger a la RePuta esa" Y según terminaba de decirlo nos dejaba literalmente clavados en el sitio. ¡Joder con la vida en el monte! Con unas deportivas casi sin suela, un jersey con más chinches que lana y un palo multiusos (ya que acababa de servir para transportar un ternero) acababa de dejar plantados a los malditos urbanitas de me lo compro todo en el "Decath" menos las botas. Y al final las botas también son del Decath. ¡Auch!
Subiendo la Canal |
En fin. Pues nada, seguimos la estela de polvo que dejaba el pastorcillo valiente y fuimos subiendo por la Canal de Pedabejo, (que ya os digo que no es moco de pavo) a la una de la tarde. Treinta grados. Me muero. Ay.
La Vega de Liordes. Ayla en el valle de los Caballos |
Cuando llegas al collado te quedas sin aliento dos veces. La primera porque lo has perdido en algún punto de la subida por la maldita Canal y la segunda por la espectacular vista de la Vega de Liordes. A mi que soy una flipada me transportó directamente a los pastos de Ayla en el Valle de los caballos. Brutal.
Según íbamos bajando podíamos ver a los dos pastores intentando recoger al rebaño de vacas para meterlo en un corral abierto, para así ser más fácil agarrar a la Mala Madre. A la Madre Desnaturalizada. A la Pendón Desorejao de la vaca.
Os presento a la "Madre". Si se le ve en la cara que no... |
En cuanto nos vieron nos pidieron ayuda para empujar al rebaño. ¡Me lo pasé pipa! !Vaquera por un ratillo!
Prueba conseguida. El palo del pastor, que había sido percha y "cayao", ahora era vara de zurrar y así calentándola el culo se la llevó por la canal arriba al trote. No he visto correr más en mi vida a una vaca.
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