Una levada abandonada. Un vergel. |
En estos últimos años he viajado a muchas islas.
Mi primer viaje a una isla como adulta fue a Tenerife. Una amiga estudiaba allí y yo buscaba naturaleza donde perderme. Fue en Semana Santa. Una semana preciosa, donde de la mano de biólogos de bota recorrí cada rincón y aprendí un montón de cosas. Subí al Teide y pisé mi primer bosque de laurisilva. Nunca olvidaré que el Taginaster me da reacción alérgica si toco la hoja peludita y suave y que el rayo verde si existe. Dice la leyenda que dos personas que lo vean a la vez quedarán automáticamente enamoradas la una de la otra...