FERRATAS DE CORCEGA: A MANICELLA Y 'U CALANCONU

¡GLUPS!

"La vía ferrata A Manicella se encuentra en el centro de Córcega, a 14 kilómetros al oeste de Ponte Leccia. El camino hasta allí es parte de la aventura, por una carretera encerrada en la garganta del Valle de Asco, tan estrecha que..." 

Así comienza el artículo que mi compi publicó sobre ferratas en su día: Vías Ferratas en Córcega.

Merece la pena leerlo si os interesa un poco el tema. Y para redondear la información sobre ferratas en  esta isla maravillosa, una más de nuestra ya web indispensable: Deandar.

Y así ya con toda la información útil a mano yo puedo explayarme en lo que me gusta: Contar la experiencia, las sensaciones y decorarlo con fotos chulis.

Por la experiencia que llevo ahora en ferratas creo que éstas dos eran K3.

Grapas, puentes Tibetanos, redes, escalas, tirolinas larguíiiiisimas....

No paramos de reir y de fotearnos. Eran las 5 de la tarde cuando empezamos en A Manicella y hacía mucho calor. Así que cuando podíamos caminar bajo los árboles era un lujazo.

BELLOS PAISAJES...

¡PURA DIVERSIÓN!

Pudimos estar cerca de tres horas en la ferrata. Casi terminándola se levantó un fuerte viento. M. se lanzó con la tirolina mientras el viento hacía oscilar el cable de un lado a otro consiguiendo frenarle antes de llegar al otro lado, mientras yo desde el otro extremo y ya cansada después de otras dos o tres tirolinas en las que  tuve que tirar de brazos y riñones para llegar al final, miraba el cable con resquemor... ¡Jobary con este viento me quedo en medio colgando fijo!

Pero no podía hacer otra cosa. Así que..."pá lante". Entonces apareció mi salvador. Un guía apareció de entre los árboles y se lanzó antes que yo para echarme un cabo y ayudarme a llegar sin esfuerzo al otro lado.  

¡MI HÉROE!

Me encantó esta historia: Las manos destrozadas por los cables (eran nuestras primeras ferratas, alquilábamos el equipo, sin guantes y con un anillo..), las rodillas temblando tras el esfuerzo, la sudada padre y la emoción de haber hecho algo que en ocasiones te ponía los pelos de punta y te encogía el estómago. ¡Viva la adrenalina!






En  Calanconu ibas más por libre. Está cerca de Chisá y simplemente pagas en la caseta de entrada, te dan el material y una explicación de la ruta sobre plano. El resto cosa tuya. También muy divertida. También K3.