CORSICA. Tierra de Corsarios.


Desde mi cuaderno de viaje

Después de haber pasado 15 días en tierras de hielo y fuego decidimos tomarnos un descanso.
Una isla en el Mediterráneo repleta de playas paradisiacas casi al pie de montañas tan impresionantes que parecían no tener espacio suficiente en la isla, era lo que necesitábamos.
Nuestro destino: Córcega
Iríamos de camping en camping, la isla está repleta de ellos. Pararíamos donde quisiéramos y el tiempo que nos apeteciera... ¡¡Vamos, como se debe hacer siempre!!

 

Día 1: Arrivé en Bastia. Playas de la Marana-Snt. Florent- Camping con "ruspicious mosquitoes" que me comen enterita ¡AUCH!
El GR20
Día 2: Desert Les Agriates. Pillamos BTT y playa de Salequia. Un  verdadero paraíso al final de un desierto.
Tuve mi primera esperiencia de escena del Lago azul, la peli. Qué riquitoooo... Después casi muero atravesando un desierto a las 4 de la tarde sin agua. Pueblo de montaña precioso, Lama. De piedra. Camping Tuani. El caos más hermoso. El espíritu de ser montañero.
Día 3: Corte. La capital del interior. El orgullo Corso. Vía ferrata en Ponte Leccia. Espectacular.
Día 4: Lagos Mallu y Capitellu. Nos montamos una circular. ¡Pisamos por 1ª vez el afamado GR20!
Día 5: Carretera por una garganta de infarto. Coll de Vechio. Ya no podemos dejar el GR20. Descubrimos las Bergeries. Ruta hacia el río con sus pozas de baño. Mmmmmm ¡Splassshh!Gargantas de Spellunca. ¡Que ya no cabemos más señora! Si alguna vez os annimáis a visitar Córcega intentad evitar Julio y Agosto. Camping en Porto. Cena con velitas en una creperie.
Día 6: Hacia La Girolatta,playa Granell, playa D'arona. Avispita pica a M. M. lo explota hasta el límite.  Atardecer rojo en las Calanches. Para enamorados y para enamorarse.
El corazón de las Calanches. A la izda. en pequeñito. ¿Lo veis?
Día 7: Circular por las Calanches: hacia la Fontana d'olive. Bonito, pero buscábamos otra visión de la zona. 2º intento: encontramos el león y el viejo camino de Otá-Piana. Triunfada. Las Calanches en toda su belleza. Snorkeling en Porto. Yo me cago de miedo en el agua y tras un par de intentos de un brinco me subo al barquito. Camping en Vico. L'sposada. ¡Ceno todavía con el bikini mojado! A esto se le llama aprovechar las horas del día. Probamos el licor de Myrto. ¡Qué riquito!
Día 8: Elegimos el camino largo para llegar a las Sanguiners. Error. Ajjaccio es feo y atestado de coches y transatlánticos llenos de turistas que nunca conocerán Córcega, pero si podrán decir: "Yo he estado en Ajjaccio". Pues muy bien. Llegamos hasta la reserva del cabo. Torre. Descartamos ruta por calor sofocante. En su lugar giro en la rotonda y... ¡playita con tumbonas! ¡Acierto!Más tarde Camping le Sud. Playa de Rupionne.
Día 9: Playa de Vergio. Gran chiringuito y mejores batidos. La sombrilla salió volando y quedó pastando entre las vacas del prado de detrás de la playa. ¿Fue M. a recogerla? ¡NO! Le dan miedo las abejitas y también las vacas... Gran comida en Coti Chianni...a mitad de precio je je. Si viajas con una Carabanchelera es lo mínimo que te puede pasar. En Campomoro plantamos tienda y nos hacemos un evening-walking como en Iceland. ¡Pero ojo, que aquí se nos hace de noche! Pues si, se nos hizo de noche. Pero el paseo a lo largo de la costa maravilloso, bello, solitario... Perfecto. La vuelta con luna llena sobre el mar, iluminándonos el camino.
Así de hermosas todas las playas...
Día 10: ¡¡Me desayunan con la idea de tirarme en paracaídas!! ¡Gallina! Jobary... Es que así de sopetón... Venga vale. Aguanté el tirón hasta que M. me dijo al pie de la pista del aeródromo... jejeje no hay vuelos para hoy. Suspiro de alivio. Continuamos a Sartén ciudad medieval preciosa. Rumbo a Bonifacio. Camping Arutolli. Playa de Rondinara. Bonifacio en fiestas. Cena en el pueblo y fuegos artificiales desde la fortaleza. Los buques y yates haciendo sonar sus sirenas...
Aiguilles de Bavella
Día 11: Vía ferrata de Chisá. Me quedé colgada en dos tirolinas. M. lo grabó y no me ayudó. ¡Mi venganza será terrible! Al alcalde de Londres le pasó el otro día en las Olimpiadas y salió en las noticias. El se quedó 5 minutos, yo estuve colgada algo más... De camino a las Aiguilles de Bavelle. Atisbándose entre la niebla y con los rayos de sol atravesando las nubes. Un paisaje sobrecogedor. Altas, finas y poderosas. Inaccesibles... De nuevo el GR20 que nos llamaba a gritos.
Día 12: Barquito en Bonifacio a las islas Lavecci. Preciosas y como toda la isla masificadas. 5 horas al sol sin agua ni comida, en nuestra linea. A la vuelta, las islas de los famosos, los acantilados blancos y la cueva azul. M. me cogió la mano, me miró y me sonrió... Buff! Paseamos por Bonifacio de día y comimos en el restaurante verde. Aubergines. Exquisitas.
Bonifacio, el Grain de Sable y los acantilados.
Día 13: Circular por las agujas de Bavella. Hacia el interior de las agujas. Palizón. Perfecto. Habíamos calculado unas 3h. Jaa! Comenzamos a las 10:30 y terminamos a las 6 de la tarde con un piscolabis en coll de Bavella. ¡Esa coca-cola y esa ensalada estaban de muerte!
Día 14: Palombaggia una playa larga, larga. De tumbona y chiringuito. Vino blanco frío y ensalada, lectura y dormitar, bañito y más vino...lectur.. y dorm...besos y más agua. Marmoteo en su esencia más pura. Camping Merendella. De nuevo ruspicious mosquitoes ¡AAAUUCH!
Día 15: Un paseo por la Castagniccia con piscolabis.Un paisaje de montaña y bosques de castaños y arroyos y pueblecitos asomados al borde de los acantilados. ¡¡Si llegamos a encontrar un sitio cerca de la cascada me hacen un hijo!! Jajaja!! De vuelta a Ponte Leccia paradita en playa cutre con ¡¡tumbonas a 9 euros!!¡No desaprovechen la ocasión señores!! 5 horas de marmoteo máximo. Ni comimos. ¿Pa qué?
La Castagniccia
Vuelta al camping. Había unos cuantos motivos por los que debíamos salir a cenar esta noche: Porque teníamos hambre (no habíamos comido nada decente desde el desayuno), porque era la última noche de este viaje y de un verano espectacular y porque hacía un año que nos conocimos y también aquel día cenamos frente a frente y fue también en una isla, Madeira.
Hoy era 20 de Agosto de 2011.
Cenamos en Cinderella (para los de la LOGSE: protagonista femenina de un cuento tradicional con espíritu de ama de casa. En español Cenicienta). Un restaurante montado en una antigua casa de campo de piedra y madera preciosa.
Día 16: 2º amanecer consecutivo que veo. Los atardeceres nunca los he contabilizado, son infinitos, pero amanecer implica madrugar... y veo menos. Aunque en el puesto nº 1 del ranquing de amaneceres está el que vi gracias a M. en el Chaltén...
Recogida, piscollabis de camino al aeropuerto y vuelta a Marsella.

FIN.


Como habréis apreciado los que por curiosidad o por insistencia en mis correos habéis leido estos viajes, no lo he contado tal y como yo los vivo. No he hablado de las maravillosas puestas de sol que disfrutamos, de las risas que me pasé con M., de cuando sentía que todo lo que me rodeaba era belleza y me emocionaba, de cómo estaban de ricos los platos de comida corsa, de las noches viendo la serie Entourage en la tienda de campaña antes de dormirnos abrazados, del ya famoso arroz con jamón y atún de M. .... Y es que en este viaje todo tiene un velo de color anaranjado-rosado y todo en él fue especial y muy hermoso. Hubiera resultado demasiado pasteloso.
Kallisté es la más hermosa, ¡ya se sabe!

No hay comentarios:

Publicar un comentario