CERDEÑA


Las vacaciones de Navidad son días perfectos para escaparte a cualquier sitio. Esta vez me fui a Cerdeña.
Cerdeña es Mediterráneo puro y duro. La costa acantilada, con calitas recónditas y aguas turquesas. El maqui lo cubre todo.

Vegetación arbustiva combinada con ciertas especies arbóreas. Las más representativas son éstas:
Pueblos pequeños y comida riquísima. Pasta con marisco, aceite de oliva, quesos, cabrito, muchas especias, berenjenas, calabacines, vinos caseros... En esta isla triunfa el agroturismo. Toda la vida dedicándose a sus cultivos, la mayor parte de la población vive en fincas con plantaciones y ganado. Comenzaron alquilando habitaciones de las granjas a los turistas y ahora han llegado a la especialización.
Viene a ser como alojarte en una casa de Turismo Rural, pero para diferenciarse te ofrecen las comidas con un alto porcentaje de los alimentos cultivados y elaborados por ellos. Por ejemplo el aceite, el vino, el pan, las verduras y hortalizas, las carnes... Y este aspecto está regulado por Ley.

 Normalmente son granjas apartadas unas de otras y no hay poblaciones cerca, por lo que desayunar, comer y cenar allí es un lujo delicioso. En la que estuve pasando la Nochevieja era una pasada y la familia que nos atendía encantadores desde la abuela hasta la nieta y ¡Todo ecológico!

Alghero es su capital. Población costera, con un hermoso paseo marítimo y un barrio antiguo encantador. 
Todas las rutillas que hicimos fueron fáciles y con bonitas vistas. Y solos. Ventajas de ir en invierno a una isla diseñada para el disfrute estival.
Transitábamos por caminos costeros: sobre los acantilados, a un lado el mar al otro el maqui. Era Diciembre y todo estaba en flor, el romero, la manzanilla... los caminos olían super bien, la jara,  el tomillo y el orégano... ¡y los madroños reventaban de frutos maduros que yo me iba zampando!



Cala Luna. Una cala bastante grandecita a la que se llega después de un paseo por el campo. En sus extremos grandes grutas y detras de ella la desembocadura de un arroyo. Hay un chiringuito con muy buena pinta, pero al ser 1 de Enero no estaba abierto. El día estaba nubladillo así que las fotos no le hacen justicia.
Pero si os metéis en imagenes del Google alucináis... Yo solo puedo poner las que yo hice. ¿Ética periodística no?

Cala Luna

Golfo de Orosei. Ruta costera que comenzamos desde el aparcamiento de Pedra Longa, un peñasco enorme situado a la mitad de la linea costera que va desde el faro hasta Santa Maria Navarrese. Grandes acantilados calizos y maquis por todas partes. Un montón de calas casi inaccesibles por tierra y grutas.

Pedra Longa
¡Estamos al inicio de la mítica Selvaggio Blu!
Esta loca aventura que es la Selvaggio fue idea de Peppino Cicalò y Mario Verin, que en 1987 recorrieron por primera vez este itinerario costero a lo largo del Golfo de Orosei. Las dificultades de orientación que encontraron, los numerosos pasos de escalada y rápeles que debieron superar, la escasez de agua potable, la imposibilidad de abastecerse de comida… todo ello les hizo pensar que no iba a ser un trekking muy repetido. Para su sorpresa, el boca a boca hizo su trabajo y con los años más y más montañeros se aventuraron a repetir su aventura, calificándose como el trekking más difícil de Italia, lo que extendió aún más su fama. 
Aunque el día amaneció neblinoso y chispeaba, comenzamos la rutilla. Estaba haciendo los primeros metros de la Selvaggio y mi cabeza volaba rápido pensando en cuándo vendría a hacerla completa.
Nos cruzamos con dos chavales con las mochilas hasta los topes de cuerdas, mosquetones, comida... y casi me voy con ellos. ¡Tan cerca de una aventura y tan lejos de realizarla!

Primer tramo de la Selvaggio Blu
Pero estaba claro que este no era el momento. La gente se aburrió de caminar bajo la lluvia y no llegamos ni a los acantilados que se veían a mitad de camino y mucho menos hasta el faro. Decepción total. Así que volvimos a la furgo, ellos volvieron al pueblo y yo me quedé al menos para hacer el tramo desde Pedra Longa hasta Navarresse. Sola, a mi rollo, pensando en mi chico, genial. Qué gozada.

Santa María Navarresse
 La Gola. El barranco más profundo de Europa. Paredes de 500m e inmensos bloques de piedra blanca interponiéndose en nuestro camino. ¡Iba a ser divertido! Tras un paseito de un par de horillas muy agradable de nuevo entre maqui y bosques de madroños reventando de frutos, llegamos al pie del barranco. Al comienzo es ancho hay buen espacio para caminar casi todo el rato con la boca abierta mirando hacia las inmensas paredes de piedra.

Entrada a La Gola
 Poco a poco se va estrechando y complicando, con lo que tienes que buscar los pasos entre las moles de roca, o trepar o pasar por debajo de ellas. Yo me lo estaba pasando chupi. Tanto que me despisté, tiré "pá lante" y la guía Mari, tan dulce y encantadora, tuvo que venir a buscarme porque los demás ya habían tenido barranco de sobra mientras yo estaba trepando rocas como una cabra. ¡Auch! Por poco no llegué hasta el final...




Pan de Succero. De nuevo una ruta costera preciosa. Entre bosques, siguiendo la linea de los acantilados, el mar turquesa a la izquierda, alguna trepadita para animar el camino... La escusa: ir a ver el Pan de Succero. Un peñasco separado del acantilado por el efecto de la erosión. Como el Grain de Sable de Córcega.
Comienzo y final de la ruta lineal. Pan de Succero al fondo

Al término del viaje estuvimos en Cagliari. Y me di una vuelta por el mercado ¡a las 8 a.m!





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