Yo la hice hace dos años y su dificultad estribaba en tres pasos que telita!! Un cartel al principio del camino que te llevaba a ella te lo advertía. Que tú sabrías donde te metías.
Otra de las dificultades era la cantidad de agua que caía por la canal. Era Mayo y además esos días llovía con lo que había agua para dar y regalar. ¡¡Así que en lo más angosto de la canal literalmente subías por mitad de la corriente!!
Disfruté como una enana. No hay nada mejor que un reto y superarlo para sentirse genial... ¡¡y la Canal del Palomo en algunos tramos vaya si era un reto!!
Vuelvo a remitiros a Deandar para los detalles técnicos.
Yo me limito a contar experiencias. Y ésta fue brutal. Aunque no tuvo un final apoteósico y a que una de nustras compañeras resbaló y se clavó una clavija en las costillas...
En el hospital nos dijeron que se había fracturado dos. Para ella terminó el puente ferrateril.
Ya se vislumbraba la luz del final de la canal... Qué gusto que te calentara el Sol después de una hora bajo el agua helada!!
Este era uno de los pasos jodidos... Aquí nuestra compi ya se había dado el porrazo, con lo que no podía ni respirar y era practicamente hizada en vilo... ¡¡Pobre, qué dolor!!
¡¡Solete!! ¡Qué gusto! Volvía a sentir las yemitas de los dedos...
Una experiencia inolvidable y muy gratificante que no me importaría repetir.
¡¡Me encanta hacer ferratas!!
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