JORDANIA. La belleza del DESIERTO ROSADO.

Petra
En ocasiones realizar un circuito turístico... tampoco está tan mal.
Iba a estar diez días recorriendo los lugares más representativos del país.
Pero sobretodo me hacía ilusión ver Petra, El Wadi Rum y el Mar Muerto.

Jerash
La  sensación que vas adquiriendo según pasas los días allí es que estás exactamente en el meollo del principio de las civilizaciones: Castillos medievales árabes como Harranah, Amra y Hallabat y cristianos como el castillo de Ajlun, fortaleza del siglo XII, de la época de los cruzados, situado en lo alto de la montaña. Caravaserais, antiguas posadas en el camino de las rutas comerciales donde podían dar de comer y beber tanto a huéspedes como a los camellos y también comerciar, antiquísimos monasterios, lugares sagrados para las tres grandes religiones, árabe judía y cristiana, como la tumba de Moisés, el rio Jordán, grandes ciudades romanas como Jerash...

Jerash
Civilizaciones especializadas en el uso controlado del agua, los Nabateos...
El paisaje es yermo, desértico, kilómetros y kilómetros de relieve sin vegetación, valles, montañas, llanos...  Como si una bomba nuclear hubiera arrasado con todo.
Y sin embargo estamos en el inicio de todo: de la agricultura y del comercio. De las religiones y las organizaciones tribales.





Castillo de Ajlun






























El Mar Muerto, el punto más bajo de la tierra, situado a 400 metros bajo el nivel del mar su salinidad y sus minerales, está explotado hacia el turismo saludable: Resorts Spas, ofrecen posibilidades curativas para diferentes enfermedades,sobretodo de la piel y huesos, así como la venta de productos cosméticos y de belleza con las propiedades curativas del barro negro del mar muerto.
Cuando te metes después de escuchar atentamente las indicaciones de los guías, casi tienes miedo de acabar seco como la mojama. Y es que no te puedes tocar los ojos porque la salinidad de este antiguo mar es tan elevada que te produciría quemaduras.
Cuando te metes notas como si no fuera agua, más bien almíbar, ¡y es imposible hundirte! Los primeros minutos son divertidos, estás en una sopa caliente y un poco espesita y notas como cada padrastro, arañazo, poro abierto, y zonas de tu cuerpo con la piel más...sensible comienzan a escocer. A los pocos minutos ya no es divertido y te sales pensando que así terminará ese suplicio. Pero no. Ahora te embadurnas en barro negro, negro, negro que mientras te lo das es agradable porque te refresca pero a los pocos minutos el barro se seca y te tira todo el cuerpo y la sal que está debajo te está conviertiendo en mojama. Entonces ya si, ya puedes ir a las duchas de agua dulce del fondo para limpiarte y sentir el gran placer de volver a sentir la piel elástica. ¡¡Es lo mejor de una experiencia bastante divertida!!

Amman
Comercio en Amman
Mezquita Azul. Amman
Amman es blanca. Lomas creo que eran ocho o nueve lomas completamente cubiertas de casitas de pocas plantas todas pintadas de blanco.Es una ciudad luminosa, caótica y bastante agradable. Con bastantes rincones interesantes que visitar, como las mezquitas, la ciudadela, el mercado...

En Madaba se visita de la Iglesia Ortodoxa de San Jorge, donde se encuentra el primer mapa mosaico de Palestina. Si eres chica y no llevas pañuelo te lo darán a la entrada para que te lo pongas por los hombros.

Monte Nebo



Yo de todas formas me pasé casi todo el viaje con la cabeza cubierta. Es la mejor manera de no coger una insolación y de que no te miren.
Desde el Monte Nebo se ve el valle del Jordán y del Mar Muerto. Aquí cuenta la historia, fue el último lugar visitado por Moisés y donde el profeta divisó la tierra prometida, a la que nunca llegaría.









El Tesoro. Petra


El Tesoro. Petra
Petra. Aquí aprendí que la mayor parte del recorrido son tumbas y que los Nabateos eran los ases del control hidrológico.
Petra


El Tesoro, famoso e internacionalmente conocido monumento principalmente por la peli de Indiana Jones es por ser el primero que te encuentras de sopetón el más famoso. Pero no es único, como él en Petra hay un montón más.

Tumbas de Petra
Lo que más me llamó la atención de aquél lugar fue el color de la roca. Areniscas que se superponían en estratos ondulantes como olas del mar que iban desde el rojo al amarillo. Me recordaban la carne anaranjada del salmón ahumado.
Campamento Beduino en Wadi Rum
Wadi Rum
Campamento Beduino en Wadi Rum


La visita al desierto de Wadi Rum fue una experiencia inolvidable. Llegamos por la tarde, vimos el ocaso desde una rocas. Todo el desierto se volvió naranja. Frente a ti el Sol se ocultaba y si mirabas detrás tuya la Luna y las estrellas iban ocupando el cielo. El silencio sobre la roca y la inmensidad de este lugar hicieron de esa noche algo inolvidable.






Beduinos a la sombra


Después la cena alrededor del fuego, la simpatía de los beduinos, los bailes... No dormí en toda la noche. La pasé sobre la roca mirando al cielo.
Campamento Beduino en Wadi Rum
















Por la mañana comienza la diversión. Te montan en 4x4, conducidos por  los beduinos y se lanzan a lo loco por las dunas del desierto haciendo las delicias de todos los guiris que disfrutamos como niños.



Después del desierto el circuito iba a terminar sus días en Aqaba, una de las ciudades portuarias con más historia.
¡¡Y pisé Ayla!! Así se llamó el primer asentamiento que hubo en este lugar.
Habíamos vuelto para hacer snorquel en los corales del Mar Rojo. Y fue una maravilla. Los arrecifes crecen a escasos metros de la orilla y la cantidad de tipos de corales y especies de peces es abrumadora. También he de decir que yo no conseguí disfrutarlo plenamente por ese miedo irracional que tengo al mar abierto...
Para destacar fue la imagen de unos buceadores explorando un buque hundido, mientras bancos de peces enormes de color plata  se desplazaban en círculos una y otro vez alrededor del barco y los submarinistas, mientras yo los observaba desde arriba en horizontal, ellos caminaban en vertical sobre la cubierta del barco. Alucinante.

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