Aparte de las reglas de oro de la doctora: comer, beber y dormir en abundancia, tomé la decisión de ir a darle un abrazo.
Tuve que abandonar la idea de ir en Navidades, aunque dejé de mirar billetes de avión a finales de Diciembre, apurando por si saltaba la liebre. Que no saltó. Tuve que esperar otros tres meses y entonces me subí en un avión, luego en otro. El tiempo se quedó encerrado en la cabina del boing hasta que salí y me abracé a él.
¡Era real! Olía, sabía, sonaba a M.
E increiblemente en cinco minutos escasos estábamos en modo viaje, como si el tiempo no nos hubiera separado. Haciendo lo que nos sale tan bien. Disfrutar el uno del otro, disfrutar de la vida, a poder ser en plena naturaleza.
Y ya no me dolía nada.
Garza |
Chinchilla |
Colina tras colina de pastos, grandes montañas con amplísimos valles glaciares (en forma de U en contraposición a los creados por la erosión de los ríos en forma de V. Soy profe no lo puedo remediar), costas salvajes, bosques primigéneos, playas de arenas blancas, fiordos que te dejaban sin aliento, aguas de mil y un colores, lugares sagrados para los nativos y fauna abundante, la mayoría ejemplares introducidos por los ingleses colonizadores, pero que para el viajero no naturalista (aunque todos deberíamos serlo un poquito) puede pasar desapercibido e incluso lo aprecias como bello. Chinchillas, ciervos, cisnes negros, mirlos...
Ostreros |
Weka |
Foca |
Al famoso Kiwi lo vi en fotos en los back packers y a la kea no la vi. Pero vi cormoranes,ostreros , patos, garzas, wekas desvergonzadas (¡una me picó un dedo!) delfines, y ¡focas! ¡focas a montones!
Y escuché el canto más bonito del mundo que salía del cuerpo del pajarito más chiquitillo. Al que no he sabido identificar...
Conducen por la izquierda, hablan un inglés que no entiendo (aunque si no es el de un Cd de 6º de primaria no entiendo casi ninguno), y los lugares tienen nombres exóticos: Kaikoura, Kenepuru, Wharakiki, Kaiteriteri, Takaka...
De nuevo respiraba junto a M. Caminando descalzos, bañándonos en las pequeñas calas entre los fiordos, cenando una ya muy mejorada versión del "arrosito con atún y jamón" de los primeros tiempos y que ahora se ha convertido en "rissoto de atún con espinacas" acompañado de sauvignon white wine. Sibaritismo de viajeros con clase.
Las rutillas fueron extraordinarias. A saber:
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