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NEPAL II "Otra maestra en Katmandú"

Primera impresión. Katmandú.
Tras uno de esos trayectos de avión que se te hacen larguitos y un montón de papelitos rellenados pa ná,  porque estoy segura que nadie los lee y que sirven para encender la chasca del garito donde las miriadas de funcionarios descansan tras una dura jornada de reorganización de filas de guiris (a mí esta vez me cambiaron de fila tres veces, que yo creía que de veras era cachondeo), recogida de pasta de guiris y estampación de sellitos monos (suspiraba yo por mi sellito nepalí, con letritas sánscritas) en nuestros amados pasaportes de guiris viajeros (todos hacemos colección de pasaportes y nos contamos unos a otros cuántos pasaportes nos hemos tenido que sacar ya, no con la intención de que el otro vea que tienes más cromos que él, sino para quejarte de lo rollo que es tenerse que sacar un pasaporte nuevo... ajáaaaa)

Hablaré de los tránsitos en los aeropuertos:

Los tránsitos en los aeropuertos son la prueba necesaria que el Universo, Di@s... te pone para medir tu capacidad de aceptación y aprendizaje antes de llegar a un nuevo destino.
Vamos como en la VIDA misma.

En los tránsitos te curras la paciencia, puedes estar más tiempo haciendo filas que volando y el no control, nada está en tu mano, y éso a muchos les saca de sus casillas, ¡jajaja! me encanta..., puedes pasarte una media de 45´ en una fila con el corazón en un puño porque te piensas que pierdes el siguiente vuelo y te enfadas y echas pestes de los malditos indios, aunque ni siquiera sean indios, pero a tí ya te da igual y te ves soltando "¡¡esto es un caos, en mi pais esto no es así!!" mientras no tienes huevos de decírselo a la cara a la tía que te va a registrar sin gana ninguna, que ya que lo hace joer que se goce el sobeteo; el desapego, te puedes ir olvidando del par de mecheros que llevas en la de mano, la navajilla de cortar el fuet, que se te olvidó sacarla en la última excursión al río); la abundancia, no has entrado al país y ya estás soltando pasta y eso te duele... te duele... jajajaja; el Ego, te crees que eres un viajero experimentado y te haces el listillo en la zona del visado, para que al final te des cuenta de que te has saltado un paso justo cuando ya te iba a tocar que te endosaran el  deseado sellito y tengas que salirte de la fila, rellenar otro papelito y comenzar de nuevo el proceso, haciendo que los que empezaron después que tú tengan que esperarte por listill@ y así un montón de cosas más...

Lo dicho. Como en la vida misma.

Secreto: si superas el tránsito silbando, tan campante, el Universo te regala Bendiciones Extras para tu viaje...


Boudhanath

KATMANDÚ


Hace un millón de años, cuando yo era una maestrilla pipiola, cayó en mis manos la novela autobiográfica "Una maestra en Katmandú". Me lo leí y me cabreé mucho con la prota. Me enfadó. Tenía mis razones. Ahora me ha tocado ir a mí. "Otra maestra en Katmandú"


Estamos a finales de Diciembre, principios de Enero. Invierno y época seca en Nepal. Hace meses que no cae una gota de agua, y como todo en esta vida tiene su dualidad, la parte buena para mí es que tendré mayor oportunidad de ver las montañas Sagradas con cielos despejados increíbles y la parte menos buena que mientras esté pisando ciudad, los mocos de final del día serán más negros que mi Alma.

Cuando viajas, la tarea principal del cerebro consiste en clasificar lo que estás viendo, relacionándolo con tus experiencias previas. Al cerebro le cuesta mucho entender algo de lo que no tenga si quiera referencias anteriores al menos parecidas (un ejemplo de esto me ocurrió en Las Lofoten). 

Así que lo primero que clasificó mi cabeza fue el estilo de ciudad y lo puso en la carpeta de ciudades sudamericanas, centroamericanas, y del norte de África: ciudades megagigantescas, que no sabes después de una hora de coche si sigues en la ciudad o estás en un barrio o pueblo limítrofe, edificaciones a medio construir generalmente de no más de dos plantas, infinidad de pequeños comercios a pie de calle apretados uno tras otro sin final, todo es cemento visto sin pintar o pintado de colores muy brillantes, ¿nos encanta el brilli brilli eh?, lo que aumenta la sensación de ciudad gris... con un millón de carteles anunciadores de todo, colocados a cascoporro, en lo que a mi me parece un sin sentido, pues no soy capaz de saber qué cartel pertenece a qué comercio y sin lo que a mi me parece ningún gusto por la belleza y el equilibrio...(Es que yo soy muy piti eh?!) Siempre me han llamado la atención los centros de estética en estas ciudades, o peluquerías tanto como las pescaderías y carnicerías al pie de calle con las piezas ahí sobre la mesita de madera porosa, recibiendo el baño de polvo y smog... cables del teléfono y luz aéreos (en zonas de movimientos sísmicos es lo común, pero para una urbanita madrileña como yo, aumenta la sensación de caos, señales de tráfico de risa, es decir, que se los toman a risa), el tráfico fluyendo como me imagino la sangre corriendo por las venas de alguien con colesterol sin pausa pero sin prisa y espeso, que donde caben dos caben tres y de buen rollo oye... furgonetas, cochecillos, minibuses abarrotados de gente menuda, colores en las ropas de las mujeres y en los vehículos tuneados hasta el extremo, muchas mascarillas, y miles de miles de motocicletas de uno dos tres cuatro o incluso cabras de pasajeros...  alguna conduciendo.
Mucho, mucho ruído, tod@s se saludan y se avisan de que se van a adelantar tocando el claxón, en un par de toques cortos y amigables. Aprendes a distinguir a la primera el toque de "holi, ¡te adelanto por la derecha!" al de ¡¡capullo!! ¡¡que nos la lías!! o al de ¿¿me echas una mano, que no quepo?? Los motores de miles de coches hechos para durar en condiciones extremas, llantas y amortiguadores chirriando, música hindú??, radios...
Huele a polvo, neumáticos y aceite viejo de motor. Huele a curry, el aire mismo ya pica, huele a pollo en salsa, huele mucho a comida y se me abre el apetito de inmediato. Hay puestecillos ambulantes de comida por todas partes, friendo verduritas rebozadas, empanadillas rellenas de verdura, pollo o buey, brochetas de carne adobada en especias, patas de pollo rebozadas y fritas, panes de harina de lentejas picantes, momos, samosas, dulces del estilo de nuestros pestiños, todo bien fritito y chorreando miel... ¡madreee mía cómo me voy a poner!

El barrio de los guiris. Thamel




Guiris en el barrio de Thamel


Rupias: Un €  fluctuaba entre 121-125 Rps.
Cervezas: ¡¡Gigantes!! Me puse fina a Gorkhas...
Zumos: Deliciosos, en el momento, en la calle y de lo que pidas!!
Comida: La que quieras, de calle, de restaurante fino, de cutre... siempre abundantisísisma, y picantilla... vete entrenado de casa, que ir al otro lado del planeta para pedir tortilla de patatas no lo veo yo muy de viajer@...

Lugares que visité: 
Durbar Square de Katmandú y vi a La Kumari. Vaya tela con el asunto de la Kumari.
Barrio del Thamel El barrio de los guiris.
Boudhanath. La estupa de Buda. La estupa más grande
Swayambhunath. El Templo del mono. Lleno de templos, lleno de estupas, lleno de monos, lleno de perros,  lleno de palomas, lleno de gentes...
El templo hinduista de Pashupatinath. La zona del crematorio pegada al río y de los templos con bueyes de piedra y lingams...
Patan y su Durbar Square
La ciudad de Bhaktapur. La ciudad de las Mil y una noches. Esta se merece un post para ella sola. Lo tendrá.



Me gustan los Dioses que destruyen...
No sé quién es. Pero emanan tanta energía que me gustan tod@s.

Estupas en el Templo del Mono

Dios mono con ofrendas, que luego se zampan los monos. Detrás Buda.







































Swayambhunath. Los Leones Protectores. 


Swayambhunath












Durbar Square de Katmandú. Detalle

Boudhanath




Swayambhunath



Boudhanath

Boudhanath




Pashupatinath

Pashupatinath

Lingam. Masculino U Femenino = Totalidad

El crematorio en Pashupatinath

 Para terminar un poco de vuelta a lo mundano, aunque no sé que puede ser más de este mundo que el tránsito a la muerte... (y teminamos como empezamos a vueltas con los tránsitos...)

Continúa aquí...


Ojo que son casi de litro
Masala tea. Cómo no.