La ferrata de la cala del Molí en Sant Feliu de Guixols merece mucho mucho la pena. Principalmente porque está colgada mirando al mar y la hace única. Es más es la ÚNICA EN EUROPA con esta característica.
Clasificada como K2 en el primer tramo y K3 en su segundo es una ferratilla que si estás en forma la haces sin ningún esfuerzo.