DE FERRATAS. UN PACK BRUTAL ENTRE BURGOS Y SORIA: LA PASARELA ESPEJA Y EL CAMINO DEL INFIERNO



Desde Agosto no había trepado ningún risco y tenía mono. Así que a principios de Ocubre me escapé con mi compañero montañeril a hacer un par de ferratas que había encontrado más o menos cerca de Madrid, para hacer en un sencillo y agradable fin de semana.
Nunca hubiera imaginado que en la Meseta Ibérica se pudieran encontrar ferratas de esta calidad. Da la sensación de que para trepar rocas tienes que buscar sierras o Sistemas, y sin embargo mis dos últimas experiencias han sido una, al borde del mar, Ferrata La Cala del Molí y  la otra en tierras llanas entre Soria y Burgos.
El tiempo expectacular. Sol y en camiseta. Qué gustazo...
La aproximación a las ferratas la hicimos siguiendo las indicaciones de mi página web de referencia De Andar, para mi siempre resulta un seguro a la hora de buscar información clara y útil.

El Sábado llegamos al pie de "La pasarela espeja" sobre las 12 a.m. En las referencias ponía que era una K4+, así que íbamos con grandes expectativas. La ferrata está montada en una especie de angosto barranco que aparece como por arte de magia en medio de la llana meseta. Se encuentra al ladito de la población de Espeja, pero para los detalles y la info por favor mejor a la web Deandar.

La ferrata comienza junto al manantial de Fuentelasmozas. No tiene pérdida. La pista de tierra te lleva directo al barranco y al comienzo de la pista hay un cartel indicativo. Lo que más me gusta es cuando resulta fácil encontrar la ferrata y no pierdes tiempo dando mil vueltas... También tendrá mucho que ver si ese día estás más o menos espabilao...

La ferrata comienza en la pared al pie del depósito de agua de la fuente y el escenario es muy interesante. Te encuentras a punto de introducirte por una canal, que a veces más parece una grieta que haya partido en dos una gran mole de piedra...

 

Hasta que no estás calentito y centrado en lo que haces, los primeros pasos me resultan burdos, y entonces, de repente te hace "click" la cabeza y ya no piensas en nada más... ¡¡¡Qué maravilla tener la mente solo centrada en el siguiente movimiento!!!

 

 Avanzando por la pared derecha de la grieta y ya en los primeros pasos me doy cuenta de que esta ferrata la han hecho para altos. Bueno, pienso,  más emocionante, así me tendré que esforzar en encontrar más agarres naturales... Siempre mola más hacer bien las cosas, no tirar del cable de vida, que haya pocas presas o grapas, buscar asideros en la roca, realizar movimientos que te permitan llegar al siguiente paso...

Al poco ya me veo resoplando en una barriga de roca que hay que rodear y en la que no encuentro lugar para poner ni la puntita de un pie. ¡Pues a ver cómo la paso! ¡Como no sea volando...!!! Y aquí comenzó mi larga lista de pecados de ese día: Tiré de cable señores. Tiré de cable... Con el consiguiente cachondeo de mi compañero que a parte de llamarme enana, se atrevió a decirme en medio de esa situación terrible que estaba en baja forma y que ya íbamos "pa mayores"... ¡Ay por Dios!



En fin, pasé como pude ese primer obstáculo y pronto llegó el siguiente: Si quieres hacer la ferrata por la vertiente complicada, debes pasar de la pared derecha a la izquierda. ¡Ah! Pues muy bien. Mi compañero, juega al baloncesto y no es base precisamente... Yo mido metro y medio, y tres centímetros más que Dios me regaló por si me encontraba alguna vez en una situación como ésta.

Para pasar, la ferrata espera que te abras de patas y llegues a la grapa de enfrente. Yo me abrí de patas y llegué... casi a la grapa de enfrente. Diablos... Ya imaginaréis que si estoy escribiendo esto, allí clavada no me quedé... Muy amablemente habían acoplado una cuerda a la que me colgué y a lo Tarzán, pero en patoso, llegué al otro lado del barranco.


Y ahora oficialmente comenzaba la parte dura.
De esta ferrata no tengo casi fotos porque estuve la mayor parte de ella enfrascada en cómo salir de los múltiples atolladeros en los que me encontré hasta llegar al "Pasito del Alberto". Antes de encararnos con el... pasito, tomamos agua y escribimos en el libro de visitas que hay en la mini cuevita con banquito. Como siempre antes de escribir tú, lees los comentarios de los compañeros que te han precedido y me alivió observar que la ferratita no sólo a mi me parecía que se las traía...
¡¡Los comentarios de algunos "bajitos" y "bajitas" como yo eran desternillantes!!!

Pasando el Pasito del Alberto, que también se las trae, sales poco más adelante al último tramo de la ferrata. Aquí es donde decides si ya has tenido bastante y te piras o si eres insaciable y quieres un poco más.

Nosotros somos de los insaciables. En qué hora...

El comienzo de este tercer tramo está en una larga pared en suave pero continuo desplome, que no debería tener demasiada dificultad, pero que se convierte en un reto cuando debes tirar de brazos durante casi todo el recorrido y ya los llevas tocados del resto de la ferrata.
Aquí llegó mi siguiente momento bochornoso. No me dió la fuerza en los brazos pa más y a metro y medio de salir de esa pared... me solté. Si, si, amigos. No me caí ni nada. Me solté. Bochornoso. Y grabaron la escenita. Vergonzante. Y después de grabarme desde la seguridad del suelo que tenía a metro y medio, estiraron la mano para agarrarme como a un conejo y ponerme a buen recaudo en el suelo.


En fin. El último tramo de ferrata, se desarrolla de nuevo en el lado derecho del barranco, así que después de descender  por una escalerilla de hierro pintada de azul, te pasas al otro lado del barranco y para variar sigues tirando de brazos. ¡Os puedo asegurar que soplé y resoplé como nunca lo había hecho! ¡Pero lo conseguí! Yupiii!!! Lo conseguí!!

Las dificultades se convierten en retos a superar y cuando los superas, porque los superas es un chute de autoestima maravilloso. Me encanta ferratear y montañear y escalar, posiblemente porque conectada a la nauraleza y a mi misma siempre descubro que soy la monda!!

Es una ferrata seria. Me lo pasé genial, maldiciendo y resoplando.
Espero que la visitéis y la disfrutéis tanto como lo hice yo.





VÍA FERRATA CAMINO DEL INFIERNO
:
Esta fue la ferrata que hicimos el domingo antes de regresar a Madrid. De mucha menos dificultad que la anterior, está muy bien primero por la cercanía de las dos. Esta se encuentra en Quintanilla de las Viñas. Además si os gustan los restos arqueológicos podéis disfrutar de dólmenes y huellas de dinosauros allí mismo. 
La aproximación es un poco rollo y un poco rara porque desde el pueblo tienes delante la muela a la que vas a atacar de izquierda a derecha y el camino que sube empieza subiendo la cuesta por la derecha de la muela y ya arriba recorre toda su base hasta la izda... nsé.. Pero vamos es por poner pegas. ¡Ya ves tú que problema darse un paseito campero para luego pasártelo mejor todavía!
El recorrido es horizontal de izda a derecha, encuentras una tirolina pequeña opcional, tienes que portar la polea y cuerda para pasarla recuerda, y un rápel de 25m super chulo. Así que no olvides la cuerda o si no la ferrata será 70m más cortita...
Aquí os dejo un enlace muy chulo para refrescaros la memoria si queréis hacer completa esta ferrata cómo pasar una tirolina.

En los datos de esta ferrata avisan de un avispero o colmena. Yo no tuve problema. Allí estaban en el último tramo, pero no estaban guerreras. Otro gallo sería en primavera...












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