LA CROQUETA DE OBARRA
que comienza al pie de la carretera y la hicimos con una familia
delante que amablemente bajaron a nuestro compi conductor hasta el coche
para ahorrarnos un par de quilómetros absurdos. ¡Muchas gracias!
Al
principio esta ferrata es fácil, más como una trepada con un montón de
agarres naturales aunque hay grapas de sobra. Los escapes son un tanto a
tajabancal, tirándose por las gargantas un poco a lo loco, por lo menos
lo que nos pareció a nosotros que no veíamos senderos claros por
ninguna parte.
Es
divertida, con puentes tibetanos y el colofón es el último tramo que
tiene algunas partes increíbles, cruces de pared en horizontal
totalmente expuestas y a gran altura y un cambio de pared emocionante.
A
mi de los pasos que más me gustan en las ferratas son los cambios de
vertiente de una pared, el giro que haces cuando ves que la pared se
acaba y piensas Cómo? Y ahora? Y entonces llegas al borde te agarras
como un gato y sacas la cabeza para ver donde diablos vas a poner la
pierna...
Y el otro paso que más me gusta es atravesar extensas paredes lisas a gran altura en horizontal. Me encanta.
LA FORADADA DEL TOSCAR había que subirla por una pista desde la N260. Siempre me sorprendo cuando se comienza una ferrata al pie de una carretera... ¿Es raruno no?
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